Mi Parto, Mi Decisión

CONOCENOS

Campaña nacional contra la Violencia Obstétrica

“MI PARTO, MI DECISIÓN”


Por un pañuelo y un lema que visibilice y unifique las luchas por los derechos en el nacimiento.

¿Qué proponemos?

Te invitamos a respaldar esta campaña de visibilización con un pañuelo, un logo y un lema y a sumarte a este movimiento que es una construcción colectiva.

Entre todas vamos a cambiar la escena de los nacimientos visibilizando la problemática actual: la gran mayoría de los nacimientos en nuestro país se enmarcan en la definición de lo que es Violencia Obstétrica: maltrato verbal o físico, medicalización e intervenciones innecesarias a madres y personas gestantes así como a bebés recién nacidos, patologización de procesos que son saludables, falta de información y de consentimiento informado y manipulación de las historias clínicas.

Este es un tema que no debe interesar sólo a las mujeres y personas gestantes. Es una discusión por los derechos sexuales y reproductivos, por la soberanía de nuestros cuerpos y por cómo queremos recibir a los seres humanos que llegan a este mundo.

Porque como dice Michel Odent, "Para cambiar el mundo, hay que cambiar la forma de nacer".


¿Te sumas con tu firma apoyando esta iniciativa?  


¿Por qué un pañuelo?


El pañuelo como símbolo de lucha fue instalado en nuestro país a partir de la búsqueda de madres y abuelas de sus hijos y nietos desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar. Esas mujeres construyeron un símbolo de lucha excepcional a partir de un elemento común de la vida cotidiana: el pañuelo blanco. Y desde entonces su significado ha trascendido fronteras y generaciones instalando el reclamo de “Memoria, Verdad y Justicia”.

Hace décadas que los pañuelos se constituyeron como símbolo de unidad, brindando homogeneidad, identidad y visibilidad inmediata a diferentes colectivos. El pañuelo es un instrumento político, es un símbolo y también es un código. Su uso permite el encuentro entre desconocidxs que se saben parte de una misma causa, espacio o lucha.

En los últimos años hemos sido testigos de diferentes pañuelos, colores y lemas que han sido utilizados con ese mismo objetivo: dar visibilidad e instalar en la agenda pública los reclamos y demandas por derechos a conquistar o defender.

Desde un lugar de un activismo apartidario e individual, surgió a partir de las redes sociales un grupo de mujeres autoconvocadas sosteniendo esta idea para dar visibilidad a la lucha contra las formas de violencia obstétrica y a favor por los derechos sexuales y reproductivos especialmente en el proceso de embarazo, parto y puerperio, a partir de un pañuelo y un lema: “MI PARTO, MI DECISIÓN”.


¿Por qué el lema “MI PARTO, MI DECISIÓN''?

Esta iniciativa tiene por objeto construir una trama discursiva cargada de militancia y posicionamientos ético-políticos. El lema “MI PARTO, MI DECISIÓN” constituye una conceptualización de las ideas pilares de esta lucha: el parto pertenece a la mujer o persona que gesta y, por lo tanto, las decisiones le pertenecen como ejercicio de autonomía y soberanía sobre su cuerpo. Es un re-apropiarnos de lo que nos pertenece.

El concepto de decisión, al mismo tiempo, tiene implicado el derecho a la información. Si yo no sé, si la información no existe, es sesgada o parcial, en realidad no estoy decidiendo. El acto de decidir tiene en sí mismo implicado el consentimiento informado, un derecho humano fundamental, tal lo expresado en el informe de la Relatora Especial para Naciones Unidas en el 2019.  

La violencia obstétrica, definida como “aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929” tal lo expresado en la Ley 26.485 , LEY DE PROTECCIÓN INTEGRAL A LAS MUJERES, tiene sus raíces en un proceso sociocultural entreverado y en la multicausalidad de fenómenos. Específicamente, se trata del resultado de procesos históricos, culturales y socioeconómicos, así como en la historia de la práctica médica como disciplina científica junto con el rol que la mujer (y las infancias también) ha ocupado en la sociedad desde tiempos inmemoriales.

Entonces, así como el lema “mi cuerpo, mi decisión” por el derecho al aborto remite al reclamo de soberanía sobre nuestros cuerpos, “MI PARTO , MI DECISIÓN” es la otra cara de la misma disputa.

Esto no será naturalmente dado, sino que requiere de un proceso articulatorio arduo, que involucra un trabajo político de acercamientos y distanciamientos, reflexión y persuasión entre los activismos y agrupaciones.

El tema a instalar en la agenda pública, es la soberanía sobre nuestros cuerpos TAMBIÉN en el parto. Ese enfoque resignifica las bases de todo acto médico asistencial que acompaña el proceso de embarazo, parto y puerperio y visibiliza que hoy en día, las mujeres y personas gestantes, así como los niños y niñas recién nacidas se ven vulneradas en sus derechos humanos fundamentales y en el ejercicio de su soberanía y libertad. 


¿Por qué el color rojo?


Los pañuelos como significantes de diferentes luchas han proliferado en colores y lemas. Si bien la lucha contra la violencia obstétrica es una lucha contra una de las diferentes formas de violencia de género y, por lo tanto, bien podría inscribirse en el símbolo del pañuelo violeta, la realidad es que en el escenario actual del debate de los feminismos, muchos aspectos de la maternidad siguen teniendo poco espacio de discusión y construcción colectiva. Feminismo y maternidad todavía transitan una grieta insoslayable y, en consecuencia, el debate por los derechos sexuales y reproductivos no se encuentra instalado en la propia agenda feminista.

Así como la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito encontró una identidad propia, aún siendo un movimiento atravesado por la lucha feminista, con su lema y su color, creemos que de la misma manera, la lucha en contra de todas las formas de violencia obstétrica debería contar con un lema y un color que la identifique, logrando singularidad y especificidad en la visibilización del reclamo.

En la iniciativa de mujeres autoconvocadas a partir de las redes sociales, se abrió la votación sobre el color y el lema. Luego de varias rondas se llegó al color rojo por sus implicancias psicológicas: remite a la sangre, al útero y la vida, como así también a la violencia.

Esta significación otorgada, justamente, resume el gran problema que tenemos como sociedad: la violencia en el momento de los nacimientos.


Si bien el color rojo también ha sido utilizado para otras convocatorias, luego de un relevamiento realizado hemos detectado que prácticamente todos los colores se referencian a alguna lucha o reclamo. Y por lo tanto, utilizar el color junto con el lema “MI PARTO, MI DECISIÓN” y el logo propuesto dará la identidad necesaria al movimiento. 


El logo es un mandala inspirado en figuras y representaciones artísticas antiguas que expresaban la cosmovisión de otras culturas en relación a la fertilidad, a los cuerpos y al parto. El mandala es un círculo que representa la unión de diferentes planos.

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